¿Te causa ansiedad tener que viajar tantas veces? ¿Te causa estrés el tener que viajar seguido? ¿Ese estrés te provoca ansiedad y te ha llevado a tener ataques de pánico? Tranquila, te entiendo, lo he vivido. Desde una vista externa puede parecer “cool” tener que viajar varias veces al año, pero esto trae sus pros y sus contras. A continuación, estaré tocando varios puntos al respecto.
La presión de estar siempre en movimientoViajar con frecuencia puede hacer que te sientas constantemente fuera de lugar. Estar lejos de casa, de tus seres queridos y de tu zona de confort puede ser agotador. Esto no solo aplica a cuando estás viajando por trabajo, sino también a los viajes por vacaciones. Recuerdo una vez, después de varios viajes corridos que solo quería estar en mi cama, comer alimentos hechos en casa, rodeada de mis cosas, mi familia y mi hija canina. Es importante reconocer estos sentimientos y permitirse un tiempo para descansar cuando sea posible; tenemos que aprender a escuchar nuestro cuerpo y captar las señales que nos da.
Sugerencia adicional: Lleva contigo algunos objetos personales que te hagan sentir cerca de casa, como una manta, fotos familiares o tus snacks favoritos. Por ejemplo, yo me siempre me llevo y utilizo mi forro de almohada (huele a mi habitación) y mi ayuda a dormir relajada.
El miedo a lo desconocido
No importa cuántas veces hayas viajado, siempre habrá algo nuevo que puede causar ansiedad. Ya sea un aeropuerto desconocido, una cultura diferente o simplemente la preocupación de que algo ocurra. Hubo un viaje en particular donde, por la altura del país, me descompensé. La diferencia en la altura en este país causo que mi presión arterial aumentara, provocando una fatiga crónica y mi estomago se descompenso, para ser sincera aun me recupero de esta situación.
Fue más estresante el pensar que estaba a miles de kilómetros de distancia de mi país atravesando por una crisis de salud en un lugar donde no hablaban mi idioma que lo mal que me sentía. Esa experiencia me enseñó la importancia de tener una preparación previa y mantener la calma ante lo inesperado.
Sugerencia adicional: Investiga sobre tu destino antes de viajar y más aún si tienes condiciones de salud previas (consulta con tu medio). También, Conocer un poco sobre la cultura, las costumbres y las posibles barreras del idioma de tus destinos puede reducir significativamente la ansiedad.
A pesar de estar rodeada de gente, los viajes pueden ser increíblemente solitarios, es como desprenderte de tus raíces para adentrarte en las de otros. Las cenas en solitario y las noches en hoteles desconocidos pueden intensificar la sensación de aislamiento. En uno de mis viajes más largos, me encontré deseando una conversación cara a cara con un amigo cercano. Conectar con otras viajeras puede ser una excelente manera de mitigar esta soledad. También, unirse a comunidades como la de “Vidorra” para compartir tus experiencias con otras personas que viven lo mismo es reconfortante y te brinda ánimo.
Sugerencia adicional: Participa en eventos locales o tours grupales. Utiliza aplicaciones y redes sociales para conocer a otras viajeras en tu misma situación.
La ansiedad es una compañera constante para muchas de nosotras que viajamos frecuentemente. Recuerdo un vuelo particularmente turbulento y lleno de vacíos que me llevó a tener un ataque de pánico. Y ni hablar de lo estresante que son los atrasos en los aeropuertos, o peor aún, los atrasos estando ya montados dentro del avión. Hay tantas situaciones imprevistas que pueden suceder al viajar que es imposible estar preparada para enfrentarlas todas.
Aprender técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda y la meditación, me ha ayudado enormemente en situaciones así. Además, siempre llevo conmigo una lista de reproducción de música calmante, un libro que me haga sentir bien y no pueden faltar mis homeopáticos (Stress calm). En ocasiones, si voy a estar varios días de viaje, llevo en mi equipaje de mano bolsas de té de camomila y anís. Este té, además de ayudarme a calmar la ansiedad, es bueno para los problemas digestivos y cólicos menstruales.
Sugerencia adicional: Considera llevar contigo una pequeña bolsa de emergencia con tus esenciales para la ansiedad: aceites esenciales, una pelota antiestrés y tus medicamentos.
Finalmente, es crucial encontrar un equilibrio entre el trabajo y el descanso. Después de varios viajes consecutivos, me di cuenta de la importancia de programar tiempo para mí misma, ya sea para disfrutar de un spa, dar un paseo tranquilo o simplemente leer un libro sin interrupciones. Más aún cuando son viajes largos y/o con varias escalas. Yo solía querer aprovechar el tiempo al máximo para conocer los destinos, pero en ocasiones terminaba tan agotada que mi ansiedad aumentaba y hasta me enfermaba. El autocuidado es vital para mantener la salud mental y física.
Sugerencia adicional: Planifica tus itinerarios de manera que incluyan tiempo libre y actividades relajantes. No sientas presión por tener que explorar todo en un solo viaje; siempre habrá una próxima vez.
Viajar frecuentemente puede parecer un sueño hecho realidad, pero para muchas de nosotras, trae consigo desafíos únicos que pueden afectar nuestra salud mental y física. Es crucial reconocer que está bien sentirnos agotadas, ansiosas o solitarias y que hay formas efectivas de manejar estos sentimientos. Ya sea llevando contigo objetos que te reconforten, preparándote para lo inesperado, conectando con otras viajeras o dedicando tiempo al autocuidado, puedes encontrar maneras de hacer que cada viaje sea más llevadero. Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y mente, y permitirte descansar y recargar energías. Viajar puede ser una experiencia maravillosa y enriquecedora si encuentras el equilibrio adecuado y te permites disfrutar del camino.
¡Comparte aquí abajo tus propias experiencias y consejos con la comunidad de Vidorra! Juntas, podemos apoyarnos y hacer que cada viaje sea una aventura más placentera y menos estresante.
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